Videojuegos. GTA Online, impresiones
Hace ya casi un mes desde la salida de la variante online del GTA V, y parece que ha sido ayer; recuerdo la cantidad de problemas que hubo durante las primeras semanas: bajadas de frames absurdas, lag aberrante, servidores petados, borrado de personajes a mansalva, desaparición de coches en los garajes... afortunadamente yo no tuve demasiados, pero me comí un precioso bug durante la primera misión que me dejó totalmente inmóvil. Por lo que decidí darle un tiempo al online, y es ahora cuando he empezado a jugarlo.
En Rockstar conciben este online como un juego aparte, y diablos, con toda la razón. Y es que este juego configura un universo propio que, muy de vez en cuando, llega a converger con el de GTA V. La jugabilidad es la misma que la del juego original, pero aderezada con ese toque de libertad de movimiento que la saga ha sabido manejar tan bien a lo largo de estos años. Nada más empezar, tenemos que diseñarnos nuestro propio personaje de acuerdo a nuestro propio criterio, podemos hacerlo a nuestra imagen y semejanza, aunque en ese sentido las opciones de modelado son un tanto limitadas. Aun así podemos decidir hasta el aspecto de nuestros "padres" para condicionar nuestro resultado posterior, un detalle bastante curioso, la verdad.
Una vez que tenemos listo a nuestro yo virtual, el juego arranca enseguida, llevándonos a Los Santos en avión en una cinemática al más puro estilo GTA; aunque nuestro personaje no tiene lineas algunas, no le hace falta, puesto que es un mero currito dentro del conglomerado de la ciudad. De esta manera, interactuar con los personajes no jugables se hace más sencillo, incluso eso mismo me recordó un poco a Claude Speed, el silencioso protagonista del GTA III.
Tras las primeras misiones de introducción, se nos deja corretear libremente por la ciudad, pudiendo realizar de todo: atracos a tiendas, misiones cooperativas, partidas a muerte individuales o por equipos, carreras por tierra, mar o aire, retos de paracaidismo, jugar al tenis o al golf, echar pulsos... la lista es muy variada y siempre hay algo por hacer para subir de nivel, desde despistar a la pasma o realizando trabajos secundarios. Una mejora bastante sustancial ha sido la introducción de misiones específicas para el online, siendo dadas a los jugadores por personajes que ya han sido vistos en el juego original, tales como Lamar, el amigo de Franklin, su antiguo jefe Simeon, Lester Crest, el contacto todopoderoso de Michael, e incluso el mismísimo Trevor. Aunque hay que decir que estas misiones pueden llegar a ser un tanto monótonas y repetitivas, su realización puede hacernos ganar bastante pasta, por lo que es aconsejable hacerlas si se quiere avanzar en el juego.
Por otro lado tenemos las crews, las cuales fueron introducidas en Max Payne 3, pero ahora doblemente trabajadas en esta entrega en concreto; a través del Rockstar Social Club, podemos buscarnos una crew que nos guste y unirnos a ella para ser miembro. Estando afiliados a una crew, podremos obtener mejoras extras, potenciadores de experiencia y la posibilidad de juego compartido, pudiendo jugar tanto las misiones como las actividades con nuestros compañeros de crew. Además, se puede personalizar nuestra vestimenta y nuestro coche colocando los emblemas en ella para lucirlos durante las partidas.
El grado de realismo y detalle han aumentado considerablemente, pudiendo realizar compras a través del Internet del juego, así como adquirir nuestra propia casa e invitar a nuestros amigos a pasar el rato, ya sea viendo la tele o haciendo otras actividades. Estando en casa se puede escuchar la radio, beber cerveza, ver la tele, fumarse una pipa de cristal, ducharse... No es aconsejable ir por la calle con mucho dinero encima, puesto que te lo pueden robar otros jugadores; para ello, podemos ir ingresando el dinero que vamos ganando en el banco a través de cajeros o de Internet, donde puede estar cien por cien seguro.
Además, se ha introducido una grandísima mejora que, personalmente, aprecio hasta extremos infinitos; y es que hacer demasiado el burro o creerse el rey del mambo, tiene sus consecuencias. Si eres un mal jugador, entorpeces al resto y te dedicas a trollear y a joder la marrana, se te limitan la gran mayoría de posibilidades... y se te pone un gorro de papel en el que pone Zopenco; y sí, es en serio. En cambio, si eres un buen chico, juegas y dejas jugar, se te recompensa diariamente con una cantidad extra de dinero, que siempre viene bien.
Y para que no se diga, os dejo una foto de mi personaje junto a su coche.
¿A que soy guapo? XD Si alguien quiere unirse en futuras partidas, o agregarme en la lista, mi ID es Writercrazy91.
Si GTA V es un juego enorme y variado, las posibilidades aumentan con GTA Online, siendo quizás el mejor online hasta la fecha que Rockstar ha realizado; al principio todo era muy caótico, pero ahora las cosas se han normalizado y se puede jugar tranquilamente, aunque aún queda algún que otro problemilla muy disperso, que se irá solventando con parches venideros. Incluso comentan que el primer DLC podría estar en camino... tiempo al tiempo. Mientras tanto, seguiremos jugando.
Cine. Los juegos del hambre: en llamas
Este miércoles he tenido la oportunidad de ir a ver esta película con unos amigos, por lo que he decidido que esta semana haría una pequeña reseña Si alguien no la ha visto aún, que no tema, no voy a soltar nada spoileante, aunque destacaré algunos detalles que no me han gustado, pero no será nada serio.
Antes que nada, quiero decir que la película en sí no está mal, aunque para mi gusto es demasiado lenta e irregular. El primer tercio de la película aburre bastante, yo estuve dando cabezadas todo el rato, y hubo un par de momentos que me dejaron en plan...
No, en serio, hay un par de escenas (no voy a decir cuales, claro) que son del todo prescindibles, al igual que el principio de la película en sí; si lo quitas, no pasaría absolutamente nada. Ah, y hubo otra cosa con la que perdí mucho los nervios...
Oh, Dios, Effie Trinket... como odio ese personaje, es MUY molesta, no se calla nunca, cada vez que abría la boca, yo estaba en plan...
Pero claro, como es Effie, pues tenia que seguir. Y no se calla, y no se calla... en serio, es uno de los personajes más molestos que he tenido la desgracia de conocer en una película.
Pero bueno, una vez que empiezan los juegos la cosa mejora y se pone interesante; aquí es donde la película se luce, con unos efectos interesantes y una acción más o menos proporcionada, aunque en ocasiones decae bastante, con un ritmo un tanto irregular. La resolución final no está nada mal, la verdad, aunque me pareció un tanto predecible, y el final es demasiado abrupto para mi gusto. En cuanto a las interpretaciones, me gustaron especialmente las de Donald Sutherland como el presidente Snow o Philip Seymour Hoffman como el nuevo vigilante de los juegos, Plutarch Heavensbee. Comparándola con la primera, la cual he visto, ha perdido un poco de fuerza, ya que la primera consiguió ponerme hasta nervioso. No he leído los libros, por lo que no puedo opinar en ese aspecto, pero he leído por ahí que es la adaptación más fiel hasta ahora hecha, por lo que supongo que los fans no se quejarán. La película en su conjunto no está mal, es entretenida a partir de la segunda mitad, pero podría haber estado mejor, y además, le sobra una hora entera (primer tercio, que graciosa e irónica coincidencia...). En total le doy un 6,5. Si eres un cinéfilo empedernido puede que te guste, para los fans, imprescindible.
Variedades. Crónica del Salón del Manga de Getxo 2013
La semana anterior a la del especial de MLP, asistí al Salón del Manga de Getxo, el cual se celebró los días 16 y 17 de este mes. Llevo yendo al mismo desde hace ya tres años, pero ésta vez voy a hacer mi primera crónica.
El día arrancó bastante nublado, pero aun así no tenía pinta de que fuera a llover; mi padre me acercó hasta Las Arenas a eso de las once, había quedado con un amigo. No había mucha cola ya que había llegado pronto, y dentro tampoco había mucha gente, por lo que fue una mañana bastante tranquila; mi amigo y yo estuvimos dando una vuelta, viendo los stands y comprando algo de merchandising.
Comparado con el del año pasado lo noté algo más pequeño y desangelado, pero los stands eran variados y había de todo, por lo que en ese aspecto se refiere no estaba mal. Mi amigo y yo buscábamos cosas poniles, puesto que esa tarde iban a venir unos cuantos más para hacer una quedada bronie, lo único que pudimos encontrar fueron unas cuantas chapas. También vi una del GTA V bastante chula que no me dudé en pillarme.
Aparte de eso, también estuve buscando el nuevo tomo de Detective Conan, llegando a encontrarlo en el stand del Joker, la mejor librería especializada en mangas de Bilbao; si vais alguna vez por allí, pasaos por Joker, está en la calle Alameda de Urquijo 27, cerca de la Alhóndiga. También estuve mirando por si tenían el nuevo tomo de Apocalipsis en el Instituto, pero parece ser que Glénat se está haciendo de rogar.
Estando de paseo por los stands, me encontré con una pareja de lo más mona haciendo un cosplay muy chulo de Bioshock Infinite, yendo de Elizabeth y Booker respectivamente.
La mañana pasó rápidamente hasta la hora de comer, mi amigo y yo decidimos quedarnos a comer dentro de la carpa, en un restaurante, donde vendían un arroz con curry que me supo a gloria, la verdad. Luego fuimos un momento al banco, ya que quería sacar un poco de dinero puesto que vi algo que, simplemente no podía dejar pasar, pero no adelantemos acontecimientos...
Para esa tarde la afluencia aumentó y la carpa se llenó; los demás chicos de la quedada se presentaron y estuvimos dando otra vuelta, ya que ellos todavía no habían visto nada. También estuve un rato con dos amigas que se suelen pasar todos los años por el salón, y estuve un buen rato con ellas, ya que hacia tiempo que no las había vuelto a ver. Comenzó a aparecer montón de gente cosplayeada, ya que dentro de poco empezaría el concurso de cosplay; pero nosotros decidimos salir un momento para ir a dar una vuelta por los alrededores y tomar algo. Aprovechamos para ir hasta el puente colgante de Portugalete y nos hicimos unas fotos para la posteridad.
Tras un rápido café volvimos a la carpa para presenciar un rato los cosplays de la gente que iba subiendo al escenario a lucirse... o a intentarlo.
Pero bueno, tampoco les voy a espetar nada, sé lo difícil que es subirse a un escenario, sin ir más lejos, yo mismo el año pasado me apunté sin ton ni son y tuve que hacer una improvisación que me salió bastante cutre, la verdad. Para este año no hice cosplay, pero para el que viene sí que haré, iremos una de mis amigas y yo en conjunto. De qué... bueno, ya lo veréis en su momento. El caso es que el tiempo pasó rapidísimo, para las siete se pasó mi tío también y estuvimos una hora más; antes de irnos, fui a recoger esa adquisición especial que antes comenté, la cual me la estuvieron guardando en el stand donde me la compré hasta que me fuera.
¡Y aquí esta! Es posible que muchos os lo esperarais, y sí, lo sé, en ocasiones puedo llegar a ser muy predecible. Para ser una figurita de acción a escala importada no era nada cara, tan solo me costó treinta euros (he visto cosas mucho más caras y de una calidad muy similar, eso os lo puedo asegurar). Aun y con todo, es mi primera figura de acción a escala que adquiero, así que estoy muy contento con ella, la verdad. Ahora decora mi estante junto a mis ponis.
Y aquí termina mi crónica, sé que no ha sido gran cosa, pero fue un gran día y me lo pasé muy bien, para el año que viene será mejor puesto que haré cosplay. Y en algún momento de mi vida iré al salón del manga de Barcelona, eso os lo aseguro.
Manga/Anime. Jirō Taniguchi
Natural de Tottori, Jirō Taniguchi se adentró por primera vez en el mundo del manga asistiendo al dibujante Kyota Ishikawa, del que aprendió todo lo que sabe. Hizo su primer debut en 1970 con el manga Kareta Heya, luego le siguieron otros como Ciudad sin defensa, El viento del oeste es blanco o Lindo 3. Para la década de los noventa, creó algunas de sus obras más conocidas, como Aruku Hito, Chichi no koyomi (más conocida como El almanaque de mi padre, seguro que a algunos os sonará) o Kodoku no gorume.
A partir del nuevo milenio comenzó a hacer sus obras más contemporáneas y recientes, destacando algunas como El rastreador, El olmo del Cáucaso o La montaña mágica.
Taniguchi destaca enseguida por ser breve, ya que rara vez sus historias pasan de los dos o tres tomos; dicen que si lo bueno, breve, dos veces bueno. Y, por supuesto, esa norma se cumple a rajatabla con él. Aunque a muchos les gusta las historias largas, lo bueno que tiene Taniguchi al ser tan breve es que se centra aún más en los detalles, llegando a obtener unos paisajes tan detallados que hasta quitan el aliento. Las historias se concentran tanto que parece que quiere acabar enseguida, pero en realidad consigue llevar los hilos conductores de tal forma que, aunque la historia acaba, no sientes que se ha hecho corta ni nada por el estilo. Y en ese aspecto en concreto, Taniguchi es, sin duda, uno de los mejores.
Aquí os dejo con algunos de los tomos que más me han gustado:
-Barrio lejano
Éste es muy interesante sobre todo en cuanto a historia se refiere; el protagonista es un hombre cuarentón que, por accidente, acaba tomando un tren que le lleva de vuelta a su antiguo barrio donde nació y creció. Una vez allí, de forma súbita se encuentra transportado de nuevo a su adolescencia, volviendo a vivirla de nuevo desde el punto de vista de la madurez. Los detalles y la trama se funden de forma magistral, dando como resultado un manga muy gratificante de leer e interesante de principio a fin. Consta de dos tomos y ha llegado a hacerse una adaptación francesa con actores reales del año 2010.
-Furari
Éste es muy distinto de todos los que ha hecho Taniguchi hasta la fecha; y es que es en este tomo en concreto en el que su faceta paisajista y detallista se eleva hasta cuotas realmente impresionantes. Decir que tiene historia se vuelve un tanto ambiguo, aunque tiene un pequeño hilo conductor en el cual se cuenta la vida de Ino, un cartografista jubilado que aún así sigue trabajando y se dedica a pasear por la ciudad de Edo, tratando de medir con la mayor precisión posible el barrio y así poder realizar un mapa de su ciudad. Aun así, este manga es más de mostrar que de contar, mientras que la historia está de telón de fondo, el verdadero protagonista es la ciudad de Edo y sus alrededores; de esta forma, Taniguchi nos regala estampas tan bellas como esta.
-Blanco
Si el anterior es muy distinto, éste también lo es, pero a otro nivel. El protagonista de esta historia es Blanco, un perro blanco que es avistado cruzando el estrecho de Bering en dirección hacia Alaska; unos cazadores furtivos tratan de darle caza, pero el perro se defiende de una forma formidable y sólo sobrevive uno. Convencido de que ese perro no es normal, el cazador decide ir tras su pista, dispuesto a desentrañar el misterio que esconde el perro. Con una historia magistral, unos paisajes helados abrumadores y toneladas de acción y misterio de principio a fin, Taniguchi nos ofrece un experiencia muy distinta a la que ya nos tiene acostumbrados.
-Cielos radiantes
A veces, Taniguchi escoge temas que suelen estar más o menos relacionados, pero lo que hace destacar a esta historia en concreto es la forma que tiene de contarla; Kazuhiro Kubota, un ocupado padre de familia, llega a chocar una noche con un joven motorista, muriendo en el accidente. El motorista, Takuya Onodera, cae en coma, pero cuando despierta descubre desconcertado que la conciencia de Kubota ocupa su cuerpo. A simple vista puede parecer un tópico, pero Taniguchi se salva de caer en lo de siempre mediante la forma de contar la historia; los diferentes personajes van fluyendo los unos con los otros, mientras que los acontecimientos detrás de cada uno de los protagonistas se van desentrañando poco a poco, llegando a descubrir que hay mucho más de lo que parece a simple vista.
Como colofón final, se puede decir que Taniguchi destaca por sus historias preciosistas, con mucha emoción, y sus infinitos detalles que parecen no acabar.
¡Y eso es todo por hoy! Espero que os haya gustado, la próxima semana más y mejor. ¡Hasta la próxima!